El estudio de las mutaciones nos familiariza con los significados posibles de cada uno de los hexagramas. Cada consulta nos lleva a un hexagrama que, con frecuencia, muta.
Nos resulta confuso que nos responda con el mismo hexagrama en consultas sobre temas que, en apariencia, no están vinculados.
El vínculo que hay entre esas dos preguntas que recibieron el mismo hexagrama como respuesta, no es el de causa-efecto. Hay una similitud estructural en las cuestiones que se están planteando, porque ambas pertenecen al mismo fractal.
Un hexagrama es un modelo estructural matemático, que se repite en la naturaleza y en el mundo humano de relaciones y conceptos. Los de la naturaleza están estudiados por la ciencia, el I Ching se ideó para el mundo humano de relaciones y conceptos. 64 fractales, 64 modelos.
Esto se puede ver con gran facilidad en el hexagrama 37, La Familia. La Familia se elige como nombre de este hexagrama porque es un modelo de institución social y muchas de nuestras preguntas hacen referencia a las instituciones de nuestra vida comunitaria.
Por otra parte, nuestra interioridad también es una familia, con Padre, Madre, Niños y Adolescentes. Esos distintos aspectos de nuestra interioridad están en mayor o menor medida desarrollados y conscientes, todos habitan nuestra casa interior y producen efectos en el mundo exterior.
Por ejemplo, les digo que hay un niño pequeño y curioso que nunca deja de preguntar y aprender en nuestra familia interior. A ese niño lo cuidamos mucho, no tiene edad para andar por ahí, nunca le quitamos la vista de encima. Si lo contentamos, sus preguntas serán cada vez más interesantes y abarcadoras.
Está en la línea 1 del hexagrama 37 y nunca dejará de ser un niño, porque ése es su rol asignado. Cuando se conforma con una respuesta, todo el hexagrama 37 muta al hexagrama 53, La Evolución.
Bien. Una institución, entonces, es un lugar cerrado como una casa con habitaciones para distintas funciones, con límites físicos y legales, donde habitar y trabajar juntos, con relaciones internas que abonan un crecimiento. Hacen efecto en el afuera por los frutos de ese trabajo interior que salen por su puerta.
No se debe suponer que esto -una institución social- es lo único a lo que alude el 37, es también algo como un bosque o cualquier otro ecosistema.
Porque un ecosistema también es un lugar limitado por las condiciones climáticas y el relieve, con relaciones internas que abonan un crecimiento y cuyo funcionamiento tiene un efecto en el afuera.
Un Bosque produce humedad, oxígeno, árboles y animales, una Familia produce hombres y mujeres jóvenes, una Secretaría del Estado produce agua potable, una Escuela produce un egresado.
Efectos a distancia del funcionamiento del hexagrama 37, La Familia.
Estudiaré algunas mutaciones- clave del 37 para familiarizar el hexagrama y poder incorporarlo a nuestro haber conceptual. Como diría nuestro niño curioso de 37.1, que ya anda muy creído de sí pero aún sigue en el corral.
Una mutación-clave. La de los dos regentes del 37, cuando ambos cambian su naturaleza, yin a yang y yang a yin.
La mutación de los dos regentes, la segunda línea y la quinta línea, nos llevan al hexagrama 26. Una gran fuerza creativa encaminada a lograr un fin.
¿Cuál fin?, hacer crecer esa montaña que está a la vista arriba en el 26.
Acá se puede ver un ejemplo de montaña que flota en el cielo y muestra los efectos del accionar de su Familia Interior. Hay luces artificiales que señalan ciudades, hay atmósfera y auroras boreales:
La Fuerza domesticadora (Montaña arriba) de lo Grande (Cielo abajo).
Las transformaciones que se logran cuando se aplica durante mucho tiempo una gran fuerza creativa para lograr un fin. Es sostenido por la convicción y fuerza mental perdurable de Cielo que asciende. Montaña que desciende es perecedera, crece, se gasta, se derrumba, se erosiona. Vive y muere.
Puede olvidar su origen y olvidar a sus padres. No saber quién es y cómo es que ha llegado a ser.
Montaña arriba, la subida de Montaña, la creación de una montaña visible por su duración altura y masa. Montaña creada por la fuerza mental de innumerables generaciones de hombres si se trata de una institución social. Al igual que la fuerza que se ejerce entre las placas tectónicas que se enfrentan y forman cordilleras que suben al cielo.
Cómo es la cosa de nuestra creación de instituciones, nuestras creaciones comunitarias sostenidas por mucho tiempo. Nuestro poder instituyente ha creado montañas que crecen y mueren, como el caso del imperio romano. Pero hay instituciones más antiguas aún que continúan creando esa montaña en el cielo.
En el 37, hemos evolucionado a una manera de organizarnos entre nosotros para lograr la supervivencia mejorando nuestra calidad de vida. El acto de creación, el matrimonio yin-yang, la unión de los opuestos para realizar un trabajo, está en el 37.
Una división de roles en un espacio acotado, una división del trabajo como se ve en ambos regentes del 37 en las líneas 2, 5 y 6, un vínculo de respeto entre ellos dos en la línea cuatro, la línea que une arriba con abajo.
Una producción que crece al interior, los niños de la línea 1 los pequeños. Los de la línea 3 los adolescentes, que deben aprender a hacerse responsables por las consecuencias de sus actos. Los que pronto abandonarán la casa familiar y pasarán al mundo más grande y crearán a su vez una continuidad de esa familia.
Nuestras instituciones no han sido creadas por la naturaleza, sino a imagen de la naturaleza, son artificios. Es decir, el oficio hecho con arte del hexagrama 22 que es la mutación de la quinta línea del 37.
A imagen de la naturaleza porque ante nuestra vista están los ejemplos y porque somos hijos de la naturaleza de este planeta. Somos mentes contemplativas y hemos caminado este planeta contemplando e imitando. Haciendo consciencia. Como la mutación de la primera línea del 30, que se hace montaña abajo y comienza a caminar arriba en el 56.
Nada se nos puede pasar por la mente que no esté ya acá, antes que nosotros. Nuestros antepasados, las montañas, los lagos, el fuego, los árboles, las tormentas, las hormigas, los zorros, los peces, el mar.
Lo visible, la Montaña en el Cielo del hexagrama 26, son las señales externas y duraderas del trabajo humano en esas instituciones. La familia generalizada en el mundo, la ciudad como polis y como centro de la producción del campo, los estados nacionales, los imperios políticos y económicos.
Las luces que se pueden ver desde el cielo y que un observador extraterrestre inadvertido de nuestra presencia en nuestra casa, muy bien puede confundir con los volcanes del hexagrama 22.
He pensado en otra mutación-clave para el 37, pero la dejo para otra entrada.
Nos resulta confuso que nos responda con el mismo hexagrama en consultas sobre temas que, en apariencia, no están vinculados.
El vínculo que hay entre esas dos preguntas que recibieron el mismo hexagrama como respuesta, no es el de causa-efecto. Hay una similitud estructural en las cuestiones que se están planteando, porque ambas pertenecen al mismo fractal.
Un hexagrama es un modelo estructural matemático, que se repite en la naturaleza y en el mundo humano de relaciones y conceptos. Los de la naturaleza están estudiados por la ciencia, el I Ching se ideó para el mundo humano de relaciones y conceptos. 64 fractales, 64 modelos.
Esto se puede ver con gran facilidad en el hexagrama 37, La Familia. La Familia se elige como nombre de este hexagrama porque es un modelo de institución social y muchas de nuestras preguntas hacen referencia a las instituciones de nuestra vida comunitaria.
Por otra parte, nuestra interioridad también es una familia, con Padre, Madre, Niños y Adolescentes. Esos distintos aspectos de nuestra interioridad están en mayor o menor medida desarrollados y conscientes, todos habitan nuestra casa interior y producen efectos en el mundo exterior.
Por ejemplo, les digo que hay un niño pequeño y curioso que nunca deja de preguntar y aprender en nuestra familia interior. A ese niño lo cuidamos mucho, no tiene edad para andar por ahí, nunca le quitamos la vista de encima. Si lo contentamos, sus preguntas serán cada vez más interesantes y abarcadoras.
Está en la línea 1 del hexagrama 37 y nunca dejará de ser un niño, porque ése es su rol asignado. Cuando se conforma con una respuesta, todo el hexagrama 37 muta al hexagrama 53, La Evolución.
Bien. Una institución, entonces, es un lugar cerrado como una casa con habitaciones para distintas funciones, con límites físicos y legales, donde habitar y trabajar juntos, con relaciones internas que abonan un crecimiento. Hacen efecto en el afuera por los frutos de ese trabajo interior que salen por su puerta.
No se debe suponer que esto -una institución social- es lo único a lo que alude el 37, es también algo como un bosque o cualquier otro ecosistema.
Porque un ecosistema también es un lugar limitado por las condiciones climáticas y el relieve, con relaciones internas que abonan un crecimiento y cuyo funcionamiento tiene un efecto en el afuera.
Un Bosque produce humedad, oxígeno, árboles y animales, una Familia produce hombres y mujeres jóvenes, una Secretaría del Estado produce agua potable, una Escuela produce un egresado.
Efectos a distancia del funcionamiento del hexagrama 37, La Familia.
Estudiaré algunas mutaciones- clave del 37 para familiarizar el hexagrama y poder incorporarlo a nuestro haber conceptual. Como diría nuestro niño curioso de 37.1, que ya anda muy creído de sí pero aún sigue en el corral.
Una mutación-clave. La de los dos regentes del 37, cuando ambos cambian su naturaleza, yin a yang y yang a yin.
La mutación de los dos regentes, la segunda línea y la quinta línea, nos llevan al hexagrama 26. Una gran fuerza creativa encaminada a lograr un fin.
¿Cuál fin?, hacer crecer esa montaña que está a la vista arriba en el 26.
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Hexagrama 37, La Familia, línea dos y cinco mutando |
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al Hexagrama 26, La Fuerza Domesticadora de lo Grande. Viniendo del 37, los efectos acumulados por la acción perdurable de La Familia son tantos, que han creado una montaña en el cielo |
La Fuerza domesticadora (Montaña arriba) de lo Grande (Cielo abajo).
Las transformaciones que se logran cuando se aplica durante mucho tiempo una gran fuerza creativa para lograr un fin. Es sostenido por la convicción y fuerza mental perdurable de Cielo que asciende. Montaña que desciende es perecedera, crece, se gasta, se derrumba, se erosiona. Vive y muere.
Puede olvidar su origen y olvidar a sus padres. No saber quién es y cómo es que ha llegado a ser.
Montaña arriba, la subida de Montaña, la creación de una montaña visible por su duración altura y masa. Montaña creada por la fuerza mental de innumerables generaciones de hombres si se trata de una institución social. Al igual que la fuerza que se ejerce entre las placas tectónicas que se enfrentan y forman cordilleras que suben al cielo.
Cómo es la cosa de nuestra creación de instituciones, nuestras creaciones comunitarias sostenidas por mucho tiempo. Nuestro poder instituyente ha creado montañas que crecen y mueren, como el caso del imperio romano. Pero hay instituciones más antiguas aún que continúan creando esa montaña en el cielo.
En el 37, hemos evolucionado a una manera de organizarnos entre nosotros para lograr la supervivencia mejorando nuestra calidad de vida. El acto de creación, el matrimonio yin-yang, la unión de los opuestos para realizar un trabajo, está en el 37.
Una división de roles en un espacio acotado, una división del trabajo como se ve en ambos regentes del 37 en las líneas 2, 5 y 6, un vínculo de respeto entre ellos dos en la línea cuatro, la línea que une arriba con abajo.
Una producción que crece al interior, los niños de la línea 1 los pequeños. Los de la línea 3 los adolescentes, que deben aprender a hacerse responsables por las consecuencias de sus actos. Los que pronto abandonarán la casa familiar y pasarán al mundo más grande y crearán a su vez una continuidad de esa familia.
Nuestras instituciones no han sido creadas por la naturaleza, sino a imagen de la naturaleza, son artificios. Es decir, el oficio hecho con arte del hexagrama 22 que es la mutación de la quinta línea del 37.
A imagen de la naturaleza porque ante nuestra vista están los ejemplos y porque somos hijos de la naturaleza de este planeta. Somos mentes contemplativas y hemos caminado este planeta contemplando e imitando. Haciendo consciencia. Como la mutación de la primera línea del 30, que se hace montaña abajo y comienza a caminar arriba en el 56.
Nada se nos puede pasar por la mente que no esté ya acá, antes que nosotros. Nuestros antepasados, las montañas, los lagos, el fuego, los árboles, las tormentas, las hormigas, los zorros, los peces, el mar.
Lo visible, la Montaña en el Cielo del hexagrama 26, son las señales externas y duraderas del trabajo humano en esas instituciones. La familia generalizada en el mundo, la ciudad como polis y como centro de la producción del campo, los estados nacionales, los imperios políticos y económicos.
Las luces que se pueden ver desde el cielo y que un observador extraterrestre inadvertido de nuestra presencia en nuestra casa, muy bien puede confundir con los volcanes del hexagrama 22.
He pensado en otra mutación-clave para el 37, pero la dejo para otra entrada.