8.2 al 29.
Estamos transitando una crisis global con la pandemia de COVID-19. Lo vivimos en nuestras casas y nos sentimos impotentes contra un enemigo invisible. Parece que lo único que podemos hacer es encerrarnos y desinfectar cuanta cosa llegue de afuera.
Estamos en cuarentena global porque es evidente que, allá afuera, no somos más que un estorbo y un caso potencial que recargaría aún más los servicios de salud que están desbordados.
En estos casos es cuando se impone un liderazgo personalizado y no puede haber discusiones, es una prueba para el gobernante y también para el pueblo. La vida está en juego y toda otra consideración está fuera de lugar.
Los millonarios se encierran en sus palacios, las empresas despiden a su personal, el consumo se reduce al mínimo indispensable, y todos acá abajo recordamos para qué fue que inventamos el Estado y el Gobierno. Para qué fue que inventamos la democracia.
De pronto, la política se convierte en algo vital.
Cuando elegimos a nuestros gobernantes en el pasado, esos que ahora están designados para liderar la crisis, ¿estábamos pensando en el bien común o en nuestros intereses particulares de clase o ideología?. ¿Fuimos a votar o despreciamos esa oportunidad?. ¿Cuán atentos hemos vivido en el pasado, como pueblo, a la regulación del bien común que es la tarea del político democrático? ¿Cualquier campaña mediática nos encandiló y caímos como chorlitos?.
Se dice que tenemos los gobernantes que nos merecemos y considero que eso es verdad. En esta crisis se verán las calidades democráticas de los gobernantes y de sus pueblos. Los que fallan y los que cumplen, los que actúan para cuidar intereses sectoriales y personales y los que están pensando en todos al decidir. Acá hay dos tareas que hacer, liderar la crisis es la tarea del gobernante, del político, y acompañar ese liderazgo es nuestra tarea, la del pueblo.
La cuestión del gobierno se ha reducido a un mínimo esencial, la salud y la supervivencia; por eso es tan nítido ahora de qué madera están hechos los gobernantes y sus pueblos.
Consulté al respecto de qué hacer, para nosotros que estamos encerrados en nuestras casas y somos la gran mayoría.
Cuando la regulación del bien común es una urgencia práctica vital del gobernante, ¿qué podemos hacer cada uno de nosotros?
Me ha contestado que es tan fácil como el hexagrama 8 y su segunda línea mutando al hexagrama 29. Pienso que todos sabemos eso. Ya lo sabemos, no hay nada que discutir. Estudiemos y meditemos esa segunda línea en nuestros libros, en los sitios que frecuentamos. Esa es nuestra tarea.
La segunda línea de Mantenerse Juntos es el origen interno del llamado del quinto puesto, del llamado externo. La quinta línea es su eco. Así se distingue al gobernante democrático, en que es un eco del corazón del pueblo. No importa cuál sea su extracción política, lo estamos viendo suceder.
Por nuestra parte, es necesario ser responsables por nuestros actos. Lo que hacemos tiene consecuencias más allá de nosotros mismos, tiene consecuencias sociales. Siempre es así, pero en este caso se hace más evidente. Es una oportunidad para tomar consciencia de vivir en una comunidad organizada con un destino en común, todas estas son las cuestiones que se discuten en el hexagrama 8.
En el marco del hexagrama 8, escuchamos lo que dicen y hacen nuestros gobernantes de la quinta línea, comparamos, asignamos un valor a los actos. Aprovechemos este confinamiento con Internet, algo que nunca antes pudimos hacer.
Porque nuestros gobernantes están expuestos como nunca antes lo han estado y cada uno de nosotros, como pueblos del mundo, también.
Acá viene a ser muy comprensible ese dictamen del hexagrama 8,
La solidaridad trae ventura.
Indaga el oráculo una vez más,
ve si tienes elevación, duración y perseverancia;
si es así no habrá defecto.
Los inseguros se allegan poco a poco.
El que llega tarde tiene desventura.
Dos condiciones para el llamado y la respuesta a Mantenerse Unidos, el hexagrama 8.
Una es elevación, duración y perseverancia. Elevación para abarcar a todos, duración para adaptase a los cambios el tiempo que haga falta. Perseverancia para hacer todo el camino sin quedar empantanados.
La otra condición es responder pronto, aunque estemos inseguros, mantener la unión entre arriba y abajo.
También hace muy comprensible el dictamen del hexagrama 29, Lo Abismal, El Agua,
Lo Abismal repetido.
Si eres veraz, tendrás logro en tu corazón,
y lo que hicieres tendrá éxito.
La única condición para la acción exitosa y el logro en nuestro corazón cuando caemos al abismo, la veracidad.
Tanto para el gobernante arriba como para el pueblo abajo; la única condición, la veracidad.
Ya se dirán a sí mismos cada uno de nosotros si, esta vez, somos capaces de sostener esa veracidad sin apelar a racionalizaciones que justifiquen nuestras fallas éticas.
Racionalizaciones como estas:
- Comparación ventajosa: "Hacer A no es tan malo como hacer B, no es como si estuviese haciendo B".
- Difusión de la responsabilidad: "Todos lo están haciendo" o "Es una decisión del grupo".
- Distorsión de las consecuencias: "No es para tanto" o "Ha sido un crimen sin víctimas" o "Se trata de un daño colateral".
- Desplazamiento de la responsabilidad: "Mi jefe me dijo que lo hiciera" o "Solo estoy siguiendo órdenes".
Todas estas son cuestiones éticas que se tratan en el hexagrama 29, Lo Abismal, en las líneas yin que rodean a las dos líneas yang centrales del segundo y el quinto puestos. Con el 29 no se juega, son tiempos difíciles.
Para mayor confirmación, tenemos su Imagen:
El agua fluye ininterrumpidamente y llega a la meta: la imagen de Lo Abismal reiterado.
Así el noble observa una conducta de constante virtud y ejerce el negocio de la enseñanza.
Predicar con el ejemplo, las palabras están de sobra o dime lo que haces y te diré lo que piensas.
NOTA:
El hexagrama 29 no es racional, responde con el corazón, actúa desde allí y va derecho al blanco. Como una flecha lanzada en la oscuridad con certeza intuitiva, que va en busca del blanco rectificando su trayectoria hasta que lo encuentra. Parece imposible pero así funciona el 29.
La lectura que estoy haciendo es la que se puede hacer desde el hexagrama 30, la consciencia comunitaria.
Estamos transitando una crisis global con la pandemia de COVID-19. Lo vivimos en nuestras casas y nos sentimos impotentes contra un enemigo invisible. Parece que lo único que podemos hacer es encerrarnos y desinfectar cuanta cosa llegue de afuera.
Estamos en cuarentena global porque es evidente que, allá afuera, no somos más que un estorbo y un caso potencial que recargaría aún más los servicios de salud que están desbordados.
En estos casos es cuando se impone un liderazgo personalizado y no puede haber discusiones, es una prueba para el gobernante y también para el pueblo. La vida está en juego y toda otra consideración está fuera de lugar.
Los millonarios se encierran en sus palacios, las empresas despiden a su personal, el consumo se reduce al mínimo indispensable, y todos acá abajo recordamos para qué fue que inventamos el Estado y el Gobierno. Para qué fue que inventamos la democracia.
De pronto, la política se convierte en algo vital.
Cuando elegimos a nuestros gobernantes en el pasado, esos que ahora están designados para liderar la crisis, ¿estábamos pensando en el bien común o en nuestros intereses particulares de clase o ideología?. ¿Fuimos a votar o despreciamos esa oportunidad?. ¿Cuán atentos hemos vivido en el pasado, como pueblo, a la regulación del bien común que es la tarea del político democrático? ¿Cualquier campaña mediática nos encandiló y caímos como chorlitos?.
Se dice que tenemos los gobernantes que nos merecemos y considero que eso es verdad. En esta crisis se verán las calidades democráticas de los gobernantes y de sus pueblos. Los que fallan y los que cumplen, los que actúan para cuidar intereses sectoriales y personales y los que están pensando en todos al decidir. Acá hay dos tareas que hacer, liderar la crisis es la tarea del gobernante, del político, y acompañar ese liderazgo es nuestra tarea, la del pueblo.
La cuestión del gobierno se ha reducido a un mínimo esencial, la salud y la supervivencia; por eso es tan nítido ahora de qué madera están hechos los gobernantes y sus pueblos.
Consulté al respecto de qué hacer, para nosotros que estamos encerrados en nuestras casas y somos la gran mayoría.
Cuando la regulación del bien común es una urgencia práctica vital del gobernante, ¿qué podemos hacer cada uno de nosotros?
Me ha contestado que es tan fácil como el hexagrama 8 y su segunda línea mutando al hexagrama 29. Pienso que todos sabemos eso. Ya lo sabemos, no hay nada que discutir. Estudiemos y meditemos esa segunda línea en nuestros libros, en los sitios que frecuentamos. Esa es nuestra tarea.
La segunda línea de Mantenerse Juntos es el origen interno del llamado del quinto puesto, del llamado externo. La quinta línea es su eco. Así se distingue al gobernante democrático, en que es un eco del corazón del pueblo. No importa cuál sea su extracción política, lo estamos viendo suceder.
Por nuestra parte, es necesario ser responsables por nuestros actos. Lo que hacemos tiene consecuencias más allá de nosotros mismos, tiene consecuencias sociales. Siempre es así, pero en este caso se hace más evidente. Es una oportunidad para tomar consciencia de vivir en una comunidad organizada con un destino en común, todas estas son las cuestiones que se discuten en el hexagrama 8.
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Hexagrama 8, Mantenerse Unidos, mutando en la segunda línea |
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al hexagrama 29, Lo Abismal. |
En el marco del hexagrama 8, escuchamos lo que dicen y hacen nuestros gobernantes de la quinta línea, comparamos, asignamos un valor a los actos. Aprovechemos este confinamiento con Internet, algo que nunca antes pudimos hacer.
Porque nuestros gobernantes están expuestos como nunca antes lo han estado y cada uno de nosotros, como pueblos del mundo, también.
Acá viene a ser muy comprensible ese dictamen del hexagrama 8,
La solidaridad trae ventura.
Indaga el oráculo una vez más,
ve si tienes elevación, duración y perseverancia;
si es así no habrá defecto.
Los inseguros se allegan poco a poco.
El que llega tarde tiene desventura.
Dos condiciones para el llamado y la respuesta a Mantenerse Unidos, el hexagrama 8.
Una es elevación, duración y perseverancia. Elevación para abarcar a todos, duración para adaptase a los cambios el tiempo que haga falta. Perseverancia para hacer todo el camino sin quedar empantanados.
La otra condición es responder pronto, aunque estemos inseguros, mantener la unión entre arriba y abajo.
También hace muy comprensible el dictamen del hexagrama 29, Lo Abismal, El Agua,
Lo Abismal repetido.
Si eres veraz, tendrás logro en tu corazón,
y lo que hicieres tendrá éxito.
La única condición para la acción exitosa y el logro en nuestro corazón cuando caemos al abismo, la veracidad.
Tanto para el gobernante arriba como para el pueblo abajo; la única condición, la veracidad.
Ya se dirán a sí mismos cada uno de nosotros si, esta vez, somos capaces de sostener esa veracidad sin apelar a racionalizaciones que justifiquen nuestras fallas éticas.
Racionalizaciones como estas:
- Comparación ventajosa: "Hacer A no es tan malo como hacer B, no es como si estuviese haciendo B".
- Difusión de la responsabilidad: "Todos lo están haciendo" o "Es una decisión del grupo".
- Distorsión de las consecuencias: "No es para tanto" o "Ha sido un crimen sin víctimas" o "Se trata de un daño colateral".
- Desplazamiento de la responsabilidad: "Mi jefe me dijo que lo hiciera" o "Solo estoy siguiendo órdenes".
Todas estas son cuestiones éticas que se tratan en el hexagrama 29, Lo Abismal, en las líneas yin que rodean a las dos líneas yang centrales del segundo y el quinto puestos. Con el 29 no se juega, son tiempos difíciles.
Para mayor confirmación, tenemos su Imagen:
El agua fluye ininterrumpidamente y llega a la meta: la imagen de Lo Abismal reiterado.
Así el noble observa una conducta de constante virtud y ejerce el negocio de la enseñanza.
Predicar con el ejemplo, las palabras están de sobra o dime lo que haces y te diré lo que piensas.
NOTA:
El hexagrama 29 no es racional, responde con el corazón, actúa desde allí y va derecho al blanco. Como una flecha lanzada en la oscuridad con certeza intuitiva, que va en busca del blanco rectificando su trayectoria hasta que lo encuentra. Parece imposible pero así funciona el 29.
La lectura que estoy haciendo es la que se puede hacer desde el hexagrama 30, la consciencia comunitaria.