Este fragmento de Wang-Bi se encuentra en la traducción de Jordi Vilá, Yijing, el libro de los cambios. Ed. Atalanta.
Me ha resultado muy útil para la contemplación de los signos de los hexagramas, esa contemplación lejana, distante, que se aleja para distinguir los nexos, las relaciones. Algo que nunca terminaré de hacer.
Es verdad que esto se torna importante cuando uno está avanzado en el uso y el estudio de este libro y que siendo así no merecería una indicación por mi parte. Pero estoy pensando en esos que necesitan esto justo ahora; para ellos transcribo este material en el blog.
Distancio entre sí las preposiciones para facilitar una lectura meditada.
[…] La resonancia procura la imagen de las cosas con idéntico propósito; la posición procura la imagen de la configuración espacial de las líneas hexagramáticas.
Las acciones de recibir y de cabalgar proporcionan la imagen de lo inadecuado y lo adecuado; lo lejano y lo cercano proporcionan la imagen de lo difícil y lo fácil.
Lo interno y lo externo procuran la imagen de avanzar y detenerse; y la primera línea y la línea superior procuran la imagen del inicio y del final.
Por esta razón, [aunque una línea] esté lejos, puede ponerse en marcha si obtiene resonancia [con otras líneas]; aunque [una línea indique] dificultades, puede ocupar una posición correcta si se mueve en el momento apropiado. Es frágil, pero no teme al adversario porque ha obtenido una posición firme; está inquieta, pero no teme el desorden porque ha obtenido protección. Si aun siendo frágil no hay inquietud a la hora de hacer juicios, es porque se ha obtenido el control.
Por esta razón, [aunque una línea] esté lejos, puede ponerse en marcha si obtiene resonancia [con otras líneas]; aunque [una línea indique] dificultades, puede ocupar una posición correcta si se mueve en el momento apropiado. Es frágil, pero no teme al adversario porque ha obtenido una posición firme; está inquieta, pero no teme el desorden porque ha obtenido protección. Si aun siendo frágil no hay inquietud a la hora de hacer juicios, es porque se ha obtenido el control.
Una línea que estando atrás osa ponerse en cabeza lo hace al resonar con la línea inicial.
Una línea que aguanta tranquilamente y en solitario mientras otras se pelean anuncia el final.
Así pues, la observación de los movimientos del cambio se debe a la resonancia entre las líneas; el examen de lo peligroso y de lo seguro reside en las posiciones de las líneas.
Que el cambio actúe congruente o incongruentemente depende del modo en que las líneas reciben o cabalgan sobre cada una de ellas; la clarificación de si uno debe partir o quedarse depende de los trigramas externos o internos.