I Ching, futuro, pasado, presente.

Libro II de la versión de R. Wilhelm,  El Gran Tratado, capítulo VIII


Traigo una historia que compartió Under Varela en el sitio I Ching de Facebook que me ha hecho pensar, lo hago con su consentimiento.

Él publicó así:

"A veces me pregunto hasta que punto le damos demasiadas vueltas a las respuestas del maestro...porque acabo de tener otra experiencia bastante literal con una respuesta previa. Había quedado para salir y por razones que no vienen al caso tenia un mal presentimiento así que pregunté ¿que me va a pasar esta noche? Respuesta enigmática a priori: 30.2 mutando al 14 (resplandor amarillo trae elevada Ventura), línea que casi nunca comprendo.
Pues bien, el rato con los amigos fue anodino completamente, bastante normal, hasta que, de vuelta a casa ¡encuentro dinero en la calle! Y no poco, como unas 4 veces más de lo que me había gastado...Así que la respuesta en este caso fue absolutamente literal. Cosa que yo interpreto ahora como "Encontrarás (30) dinero (14)"



La traigo porque esta consulta es perfecta para pensar en esas preguntas que se hacen a futuro, las que han convertido al I Ching en un oráculo aunque no haya sido pensado sólo para eso.
Preguntamos por el futuro y responde, SIEMPRE responde, debido a que realizamos las maniobras con monedas, tallos o el botón de algún contestador automático.
Pero el futuro sigue siendo tan enigmático para nosotros como si no hubiéramos hecho ninguna pregunta. Y me pregunto: ¿para qué las hacemos?
Yo encuentro un sólo motivo para hacer este tipo de pregunta puntual acerca del futuro: estudiar el I Ching, aprender su lenguaje y familiarizarse con sus hexagramas.
Es una práctica que he hecho y que recomiendo a los que comienzan con esto, preguntar y esperar, como en el hexagrama 5, La Espera. Sin ninguna idea preconcebida y con total tranquilidad, aunque los hexagramas de la respuesta señalen arrepentimiento, desventura o muestren un escenario de destrucción.
Las preguntas de este tipo que propongo pueden no ser personales y es mejor que no lo sean para que el distanciamiento sea mayor y facilite la lectura
Luego suceden las cosas, la lectura se va desplegando frente a uno al ir viviendo, y uno aprende. Las preguntas a futuro de este tipo no son de fiar y algo que no es de fiar no sirve, puede intranquilizar, poner en marcha nuestra mente que termina por dañarnos. No se puede leer el futuro en un hexagrama que tiene tantas interpretaciones posibles, aunque uno se puede hacer una idea general si es que algo sabe del pasado y el presente de la cuestión, pero para aprender a leer el I Ching son muy buenas.

Cuando no hay precedentes, uno no tiene ningún recurso para leer estas respuestas, porque esta respuesta tiene infinidad de lecturas. El 30 es el ojo, fuego, luz y calor, el Sol, adherencia, la vaca dócil, la comunidad donde nos vemos y reconocemos unos a los otros, consumir hasta convertir en cenizas, ver, encontrar, docilidad con el amo, hacer consciencia, iluminarse o iluminar  al otro según esté abajo o arriba, un anillo y más significados asociados que puedan encontrar.

El tiempo no existe para este conjunto de 64 signos que es este libro, es un conjunto a-temporal, se puede decir que acá, en este conjunto, todo es ahora. Y nos lleva a pensar en que el tiempo, como lo conocemos nosotros, sólo es así para nuestros actos. Y cuando digo nuestros me refiero a todo este universo que conocemos, la hormiga y la estrella. Es muy extraño, pero así es. Muy interesante, misterioso.
Acá, sobre la mesa que nos sirve para la consulta, sólo hay seis espacios vacíos que se llenan con las líneas a medida que las vamos obteniendo una a una hasta que tenemos las seis, como se dice en el fragmento de El Gran Tratado que copié arriba.  Seis espacios vacíos anónimos que se cargan con las seis líneas y resultan en uno de los 64 signos
 Y que, igual para nosotros, el espacio futuro es un vacío, una nada inexistente, que se llena recién cuando llegamos ahí porque lo creamos entre todos a medida que vamos viviendo.
El futuro es una construcción comunitaria, alguien perdió el dinero que Under encontró. Y si ese alguien hubiera preguntado también "¿qué me va a pasar esta noche?" su respuesta sería otra. Tal vez algo como la 25.3, "la vaca que es ganancia del andariego y pérdida del ciudadano". Uno existe porque existe el otro, el futuro es una construcción comunitaria al igual que el presente y el pasado.

El único lugar que es intemporal y en el cuál podemos deconstruir lo que la comunidad construyó como condicionamiento, es nuestro interior. Es por eso que este libro está especialmente indicado para trabajar nuestra interioridad, porque también es intemporal.
Esa es La Gran Aventura en las Tierras Salvajes, la aventura interior. Todo va cambiando afuera a medida que exploramos y descubrimos adentro. Tiene que ver con la comprensión y el cambio de actitud que sobreviene a la comprensión.

Esta consulta de Under Varela es para recordar y tener siempre en cuenta. Me han sucedido cosas así muchas veces, uno ríe y se rinde.

Descarté hace mucho intentar hacer una lectura segura de este tipo de preguntas, espero y voy leyendo. Y aprendo.
Hago preguntas a futuro, pero ni demasiado abiertas ni demasiado cerradas. Algo que sirva para mantener una actitud; porque a veces uno desconfía o teme o va muy seguro o descuidado y está entrando en una situación nueva y desconocida y pregunta sobre ella y saber con cuál actitud ir es algo bueno.
Algo así funciona porque una actitud es algo que uno puede sostener, la conoce, la ha experimentado en otras ocasiones. Si nos responde con el hexagrama 5 La Espera la actitud es la del 5,  o con el hexagrama 20, La Contemplación o con el 16, El Entusiasmo, si uno conoce los signos eso le sirve. Por ejemplo que vamos a una entrevista y eso nos tiene intranquilos.
O preguntar cuál será el escenario, el contexto, la situación, las condiciones, ese tipo de preguntas informan más sobre el futuro que preguntar qué me sucederá, qué sucederá, qué tengo que hacer; incluso son mejores que pedir un consejo, algo que tampoco podemos leer por anticipado si no sabemos con qué nos encontraremos.
Esas preguntas que piden qué hacer en el futuro reciben de respuesta una receta y uno no puede vivir repitiendo una receta, así no funciona bien nadie. No somos programas de computación.

De esto se trata meditar bien la pregunta que se va a hacer: meditar qué utilidad tiene la respuesta que uno va a obtener con esa pregunta. Qué necesito saber para poder hacer frente a esta situación oscura que está prevista en mi futuro porque tiene fecha y hora y, cuando ha llegado a saber lo que necesita porque eso le será útil, redactar la pregunta. Algo que tampoco es seguro, porque las previsiones a futuro pueden ser anuladas por acontecimientos del futuro.

Complicarse la vida consultando al I Ching no es la idea de las personas que lo consultan, pero sucede. Y sucede por una mala práctica.

Con respecto al pasado es más fácil una lectura; si es que uno conoce aproximadamente lo que puede haber sucedido y a los actores. Preguntar por el pasado sirve para comprender y dejar ir, la comprensión cura las heridas y al hacerlo nos libera del dolor. Muchos de nuestros sufrimientos están anclados en un pasado comprendido a medias, con malentendidos, aspectos desconocidos y mentiras. Donde atribuimos culpas, designamos víctimas y victimarios que hasta pueden ser ajenos a la situación; aunque recordemos "todo", todo también pueden ser verdades a medias, que se quedan cortas. Una interpretación subjetiva y parcial, por desconocimiento o porque nuestra comprensión de las acciones de los actores era muy limitada. Sea cual sea el caso, investigar en el pasado suele ser muy productivo para nuestro presente.

Tengo la impresión de que las preguntas por el pasado no están en la mente de muchos que usan el I Ching, parece que se acercaran para saber por el futuro y no tienen en cuenta que este libro no toma en cuenta el tiempo, que para esta herramienta el tiempo no existe. Ni para adelante ni para atrás.

Otra cuestión que he percibido por los comentarios es que no se valora lo suficiente las preguntas por nuestro presente. Preguntar por el presente nos muestra cuál es la condición actual que uno necesita comprender para tomar decisiones hoy para construir mañana.
El futuro mañana es desconocido, pero, sea lo que sea, será el resultado de lo que  se haga hoy. Si hoy lo haces bien, bueno y bonito; mañana será bien, bueno y bonito aunque cueste . Para nuestros actos, el tiempo es una continuidad y el futuro se construye hoy. Ahora es el único lugar de la acción, no podemos actuar en el pasado ni en el futuro.

Si usamos este libro como un Mentor de nuestra vida, alguien a quien recurrir para hacerla simple y fácil y salir de la complicación y las dificultades, el tiempo es lo que hace posible lograrlo y lo hacemos en cada ahora sucesivo del camino. Siempre está disponible para monitorear nuestro presente, para mantenernos alertas al hoy, despiertos, conscientes, para no errar, no dañarnos ni dañar. Para hacer que las cosas prosperen, para sacarlas a la luz de la consciencia, airearlas y revisarlas. Para comprendernos y comprender a los demás.