Uso del I Ching: inmanencia, trascendencia y la construcción del carácter.

Uso del I Ching: inmanencia, trascendencia y la construcción del carácter.

Uno comienza buscando algo verdadero adentro y afuera. Algo que no sea engaño ni ilusión para asentar su vida sobre una base firme. Eso lleva tiempo de vida.
Al final resulta que lo que descubrimos es que es algo como una partida de un juego muy largo que se originó en el Big-Bang. Entonces intentamos descubrir las reglas del juego y ahí es donde viene todo lo hermético a nuestro encuentro.
El I Ching es un libro donde están las reglas del juego, el mandala astrológico es otro. La parte que a uno le toca del juego la encuentra usando el I Ching y también estudiando su carta natal astrologica y sus tránsitos. Luego se puede hablar de destino y de libre albedrío, luego de haber reconocido y aceptado su parte en el juego.
Al menos uno intenta ser un jugador consciente de que tiene una consciencia, una mente, un sistema mental que no alcanza para comprender este mundo, que solo sirve para vivir en él. Una mente que pretende ser el director de la orquesta siendo que es un instrumento para nuestra supervivencia. Un instrumento muy sofisticado y eficiente, pero instrumento al fin.

Jugamos la parte que nos toca en el juego si acabamos con nuestros condicionamientos, porque el juego que nos toca viene dicho en nuestro cuerpo con sus características de forma, mente y emociones que necesitamos comprender. Eso se puede ver en una carta natal, también algo más que está en nuestra sustancia y la anima. Eso también se ve allí, esa energía.
Qué de todo eso que está ahí termina por ser realizado en una vida depende de nuestro grado de consciencia sobre el alcance de nuestra consciencia y eso es algo que se expande al caminar el camino hermético.

Vamos con el I Ching para encontrarnos, porque, aunque no lo sepamos, hacemos el camino sí o sí. Lo hacemos mal -es decir, a contrapelo de nuestra esencia- y enfermamos. En ocasiones, si nos alcanza la claridad para verlo, la enfermedad termina siendo el camino para hacerlo bien, la enfermedad nos despierta. Resulta paradójico que con nuestra gran inteligencia tengamos que enfermar para despertar. 

Pero que lo sepa: si uno enferma, algo está haciendo mal. Enfermedad no es vejez, es un cuerpo que ya no tolera más  lo que le hace mal. Uno no puede cambiar el mundo que lo rodea si no se revisa a sí mismo, los mandatos incorporados, los problemas que no puede resolver, las pre-ocupaciones que ocupan toda su energía vital y lo descorazonan. 

Es basura acumulada en los rincones por generaciones, que nos enferma desde el primer latido en este mundo, aún antes de lanzar el primer grito. Y luego lo primero que sentimos es la Experiencia de la Separación.

Trascender la Separación es Trascendencia. Pero antes de trascender es necesario hacerse cargo de la Inmanencia. Hacerse cargo de la Inmanencia es conocerse a sí mismo y acordar con sus circunstancias.

Acá agrego el primer vídeo, no tiene sentido seguir leyendo esto sin este vídeo aunque su traducción al español sea un desastre.
Pero es importante presentarlo primero. Esto es algo que he encontrado en mis viajes por la web, ese inglés tan extraño que se habla acá es de Sudáfrica y el contenido esencial del proyecto de Desteni se origina en una persona muy controversial. Eso no me molesta, puedo acordar en muchas cosas con una persona controversial, como en el caso de este vídeo que traigo acá. Cuando hace referencia a la Sustancia lo que viene a mi mente es el hexagrama 2, Lo Receptivo.
Cuando hace referencia a "Alineación de Resonancia Estructural - Hombre conócete a ti mismo" lo que viene a mi mente es el trabajo de una vida completa con la ayuda del I Ching: una reconciliación consigo mismo y con sus circunstancias.
Esto da para pensar mucho sobre el hexagrama 2. Sabemos que llegar a una profunda comprensión de los dos primeros hexagramas del I Ching también es el trabajo de una vida pero hay cosas que ayudan a hacer consciencia y esto me parece una de ellas.
Para el hexagrama 2, Lo Receptivo, La Sustancia, La Tierra, La Madre, La Inmanencia:

Alineación de Resonancia Estructural - Hombre conócete a ti mismo:  https://youtu.be/Nk4G1AmZ8es

Por eso es tan importante la crianza y la educación, por lo de condicionar lo menos posible al niño para que luego se encuentre a sí mismo rápidamente. Criarlo como se cría a un sabio, con el respeto que se merece un sabio. Mirarlo con atención en el ahora y darle tiempo, porque los niños llegan sabios y los hacemos ignorantes. De eso hablan los hexagramas 3, 4 y 5. De la crianza y la educación. Nunca valoraremos lo suficiente lo que significan la crianza y la educación.
En fin, que hay tiempo y uno ya lo está haciendo aunque no lo sepa.


La inmanencia es el ente intrínseco de un cuerpo; en filosofía se califica a toda aquella actividad como inmanente a un ser cuando la acción perdura en su interior, cuando tiene su fin dentro del mismo ser. Se opone por lo tanto a trascendencia.

La persona humana no es ni inmanencia pura ni transcendencia pura, sino una tensión entre la inmanencia y la trascendencia. Como lo muestran los 62 hexagramas que siguen por combinación de las seis líneas de los dos primeros.

El punto de partida, el fundamento donde se apoya la persona humana y a donde se ha de buscar toda su construcción personal, es la inmanencia. La transcendencia es el complemento esencial de la persona humana. 

La inmanencia es la afirmación primaria y radical del hombre, a partir de la cual construye su carácter. El concepto de inmanencia y su valor ético es la base de lo que hemos llamado Derechos Humanos. La tendencia a la transcendencia brota de la inmanencia.

Otro motivo más que me lleva a intercambiar el orden de los dos primeros hexagramas. Porque el orden en que están trae confusión, es mejor que lo cambiemos; aunque sea en nuestra mente.

Desconocer la inmanencia de la persona humana significa negar el núcleo central de su valor ontológico; negar la trascendencia significa desconocer  la esencial indigencia del hombre.

Es que nos quedamos cortos con sólo conocernos a nosotros mismos. Es que siempre está la pregunta,"¿hay alguien allí afuera?,¿ esto es todo lo que hay?". En última instancia no es posible ir conociéndose a sí mismo sin ir conociendo el todo que nos incluye, porque parte y todo son una unidad. Conocer la parte es conocer el todo y viceversa.

La construcción del carácter y el respiro radical, otro vídeo que rescato del proyecto Desteni y aporta a la comprensión del hexagrama 2: https://youtu.be/iNcz7x5tA8I