Este hexagrama 51 es el par volcado del 52; es el hijo mayor Chen, El Trueno, el pie, la Conmoción. El 52 es el hijo menor, Ken, La Montaña, la mano, la Quietud.
Es importante dejar en claro que el 51 puede ser también algo como un éxito estruendoso e inesperado lleno de aplausos y vivas; porque eso también nos desestructura, nos pone en el peligro de olvidar lo que estábamos haciendo y cómo hemos decidido vivir nuestra vida.
Llegar al éxito que se busca sin haber decidido previamente cómo viviremos nuestra vida es parte de la Conmoción del 51.
Porque uno puede decidir cómo vivir su vida aunque no sepa el qué, el dónde, el cuándo, el con quién; lo puede decidir muy temprano en su vida o cuando por fin se presenta una Conmoción en ella si es que su vida ha transcurrido entre algodones. Porque el hexagrama 51 es la oportunidad para tomar este tipo de decisiones..."¿cómo quiero seguir viviendo mi vida?".
Esto es lo que hace a esta sucesión 50-51-52 un momento decisivo en la vida de cualquiera y un ir y venir con sucesivas rectificaciones entre los tres.
Los hexagramas no se refieren a acontecimientos, describir un acontecimiento no es algo que un hexagrama pueda hacer. Aunque luego de sucedido podamos reconocer el acontecimiento en el hexagrama, saberlo por anticipado es imposible.
En el caso del 51: que si un incendio, que si una muerte súbita, que si un accidente, si un éxito inesperado, si te enteras de la doble vida de alguien íntimo en quien confías, si pierdes a tus amigos una y otra vez por conmociones familiares, si presencias un asesinato con seis años de edad, si te llega el telegrama de despido-, acontecimientos vienen de todo tipo, tamaño y color; los hexagramas se refieren a situaciones vitales y a cómo se viven esas situaciones.
Este enlace lleva a otro comentario sobre el 51:
http://abatesoderini.blogspot.com.ar/2015/01/hexagrama-51-chen-deliberar-el-litigio.html
Está situado luego de El Caldero, el hexagrama 50, Ting.
Esta sucesión 50-51-52 es muy interesante. En El Caldero, el 50, estamos conservando y cocinando en nuestra vida una comida para los huéspedes del rey. Hay muchos ingredientes que se han ido juntando porque agregamos y agregamos y agregamos y cuidamos de todo eso. Que no se queme, que sea sabroso, que el orden en que agregamos los ingredientes sea el correcto para que todo esté a punto.
Y se presenta el hexagrama 51, porque la Conmoción siempre se hace presente cuando creemos tener todo bajo control y creemos que todo está asegurado. De otra manera, no sería conmocionante.
Es como si este hexagrama llegara a hacer el test a nuestra presunción, que no otra cosa es nuestra creencia en un mundo seguro, lo que para nosotros es un mundo con cambios predecibles y resueltos de antemano. Algo como las estaciones del año en una ciudad, que cuando el calor o el frío se pasan de la raya encendemos el aire acondicionado. Suponemos que siempre será así; que "alguien", en "algún lugar", se hará cargo de cualquier imprevisto porque pagamos nuestros impuestos y servicios y tenemos seguro de vida, de auto, de casa, de salud, contra robo e incendio.
Es como si este hexagrama llegara a hacer el test a nuestra presunción, que no otra cosa es nuestra creencia en un mundo seguro, lo que para nosotros es un mundo con cambios predecibles y resueltos de antemano. Algo como las estaciones del año en una ciudad, que cuando el calor o el frío se pasan de la raya encendemos el aire acondicionado. Suponemos que siempre será así; que "alguien", en "algún lugar", se hará cargo de cualquier imprevisto porque pagamos nuestros impuestos y servicios y tenemos seguro de vida, de auto, de casa, de salud, contra robo e incendio.
Sin embargo, no advertimos que no existe un "seguro" que pueda asegurar nuestra vida, nuestro auto, nuestra casa, nuestra salud, nuestra pareja o nuestros hijos. Lo que hacen los "seguros" es cubrir una "prima" después del "siniestro" pero no nos salvan del "siniestro". Eso no lo hacen porque nadie puede asegurar absolutamente nada. Tampoco un contrato matrimonial asegura nada, es un papel que no tiene poder para hacer eso.
La verdad es que los términos de los "seguros" y los contratos son muy graciosos, al igual que nuestra presunción.
El 51 es algo que sucede de improviso, un imprevisto, no está en el horizonte, uno no lo ve llegar. En el momento en que se hace presente sacude y desestabiliza. Algo como un terremoto y todo alrededor comienzan a caer las cosas de las estanterías y a romperse en el suelo.
Lo que se cae es lo que no está seguro, todo lo que se cae es prescindible y uno no se tiene que distraer con eso. Lo que no es prescindible es lo que uno se descubre sosteniendo en las manos en medio de la conmoción; nuestro 50, nuestro Caldero.
Como el hexagrama que sigue al Trueno es el 52 que es la mano, en realidad te está diciendo que eso que tienes en las manos es lo único importante, lo que hay que salvar del terremoto. Cuando el terremoto pase eso que has sostenido con firmeza, eso es lo más duradero y firme de tu vida.
Por eso el 51, el Temblor, es un momento de limpieza de todo lo que no es esencial, todo eso se recupera luego; igual o distinto, eso no importa porque no es lo esencial.
Entonces uno deja que se caiga todo eso sin perder la calma y sostiene lo esencial. Uno es el que está a cargo, nadie lo puede hacer por uno. Nadie.
Pensar en esta imagen; un terremoto, la montaña se sacude, se producen avalanchas de rocas sueltas, los pájaros alzan vuelo, los animales se asustan , las construcciones se tambalean, todo lo que es inestable y no está firme se cae. Uno se mantiene firme sosteniendo en las manos lo esencial de su vida. El terremoto pasa y la montaña prevalece.
Concentración, fuerza, ocuparse de sostener lo esencial, y esperar a que pase. La actitud es estar alarmado pero no asustado, uno es el que está a cargo y de nada sirve mirar hacia los lados en busca de ayuda porque la ayuda no llegará a tiempo para salvar lo esencial de tu vida. No hay bombero que llegue a tiempo, es imposible.
Como el hexagrama que sigue al Trueno es el 52 que es la mano, en realidad te está diciendo que eso que tienes en las manos es lo único importante, lo que hay que salvar del terremoto. Cuando el terremoto pase eso que has sostenido con firmeza, eso es lo más duradero y firme de tu vida.
Por eso el 51, el Temblor, es un momento de limpieza de todo lo que no es esencial, todo eso se recupera luego; igual o distinto, eso no importa porque no es lo esencial.
Entonces uno deja que se caiga todo eso sin perder la calma y sostiene lo esencial. Uno es el que está a cargo, nadie lo puede hacer por uno. Nadie.
Pensar en esta imagen; un terremoto, la montaña se sacude, se producen avalanchas de rocas sueltas, los pájaros alzan vuelo, los animales se asustan , las construcciones se tambalean, todo lo que es inestable y no está firme se cae. Uno se mantiene firme sosteniendo en las manos lo esencial de su vida. El terremoto pasa y la montaña prevalece.
Concentración, fuerza, ocuparse de sostener lo esencial, y esperar a que pase. La actitud es estar alarmado pero no asustado, uno es el que está a cargo y de nada sirve mirar hacia los lados en busca de ayuda porque la ayuda no llegará a tiempo para salvar lo esencial de tu vida. No hay bombero que llegue a tiempo, es imposible.
El 51 son esos momentos en los que uno cae en cuenta de que en nuestra vida lo esencial no es visible a los ojos.
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Hexagrama 50, Ting, El Caldero |
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Hexagrama 51, Chen, La Conmoción |
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Hexagrama 52, Ken, El Aquietamiento |
Es importante dejar en claro que el 51 puede ser también algo como un éxito estruendoso e inesperado lleno de aplausos y vivas; porque eso también nos desestructura, nos pone en el peligro de olvidar lo que estábamos haciendo y cómo hemos decidido vivir nuestra vida.
Llegar al éxito que se busca sin haber decidido previamente cómo viviremos nuestra vida es parte de la Conmoción del 51.
Porque uno puede decidir cómo vivir su vida aunque no sepa el qué, el dónde, el cuándo, el con quién; lo puede decidir muy temprano en su vida o cuando por fin se presenta una Conmoción en ella si es que su vida ha transcurrido entre algodones. Porque el hexagrama 51 es la oportunidad para tomar este tipo de decisiones..."¿cómo quiero seguir viviendo mi vida?".
Esto es lo que hace a esta sucesión 50-51-52 un momento decisivo en la vida de cualquiera y un ir y venir con sucesivas rectificaciones entre los tres.
Los hexagramas no se refieren a acontecimientos, describir un acontecimiento no es algo que un hexagrama pueda hacer. Aunque luego de sucedido podamos reconocer el acontecimiento en el hexagrama, saberlo por anticipado es imposible.
En el caso del 51: que si un incendio, que si una muerte súbita, que si un accidente, si un éxito inesperado, si te enteras de la doble vida de alguien íntimo en quien confías, si pierdes a tus amigos una y otra vez por conmociones familiares, si presencias un asesinato con seis años de edad, si te llega el telegrama de despido-, acontecimientos vienen de todo tipo, tamaño y color; los hexagramas se refieren a situaciones vitales y a cómo se viven esas situaciones.
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Este enlace lleva a otro comentario sobre el 51:
http://abatesoderini.blogspot.com.ar/2015/01/hexagrama-51-chen-deliberar-el-litigio.html